Ana Meilán
Alguien me dijo que debía hacer una entrada sobre mí, sobre quién es Ana Meilán, es muy fácil escribir sobre otros, o escribir sobre una misma cuando sabes que quedará guardado en un diario que nadie leerá, pero describirme para que los demás sepan cómo soy es algo un poco más complicado.
Leo y escribo historias desde el principio de mis recuerdos.
Empecé a escribir mi propia infancia, mis aventuras, mis enfados, las noches sin dormir, los primeros besos, mis miedos y hasta mis sueños en aquellos cuadernos que algunos tenían formato de diarios, y otros, libros de actas para contabilidad... Así empecé a almacenar recuerdos, a través de cuadernos, cartas y cajas llenas de notas con amigas con las que las horas siempre equivalían a minutos.
Escribí para mí, escribí para ellas, escribí para él, escribir era lo que hacía cuando sentía que algo no iba bien o cuando era demasiado hermoso para dejarlo sin contar.
Leía libros antes de dormir, y recuerdo tapar la lámpara con forma de luna que había en mi mesilla para que mi madre no viera la luz encendida. Imaginaba vivir alguna aventura como la de "Los Cinco", o convertirme en detective y descubrir "O misterio das badaladas".
A lo largo de mis cuarenta y pocos un libro siempre reposó en mi mesilla de noche. A veces de grandes historias de amor, policíacas, de planetas aún no descubiertos o de siglos venideros, aunque os diré, que desde hace quince años para aquí, mi mesilla está llena de álbumes ilustrados.
La vida, la maternidad, las casualidades me llevaron a crear junto a unas amigas Medrando en Lugo, una asociación para disfrutar de juegos, cuentos, experimentos, música... pero siempre en familia.
Allí hice los primeros pinitos como contadora y algo hizo clic dentro de mí. Empecé a formarme como narradora, a asistir a cursos y después de un juego de escritura Caxoto Cativo dijo... "ya está, ahora solo hay que mandarlo a una editorial y tendréis vuestro cuento".
Ahí se encendió mi bombilla, esa que no sabes muy bien ni que tenías, pero que al darle al interruptor brilla de tal forma que no importa que le pongas una manta para que nadie la vea, su luz se cuela por debajo de las puertas, recorre cada uno de tus recuerdos y hace que tus dedos decidan empezar a escribir de nuevo. Y aquí estoy, con esa bombilla iluminando mis pasos, creyendo en mis historias y agradeciendo a todo aquel que las lee.
Carlos, mi marido y compañero de vida, fue el responsable de quitar esa manta, de darme valor para empezar en este camino de la autoedición creyendo siempre en mí, confiando en mis historias y apoyándome en cada una de mis locuras.
Mi primer cuento fue "Daniel y el árbol salchicha", que todavía se guarda en una carpeta de proyectos pendientes esperando a que llegue su momento. Esa misma semana la inspiración se vino a vivir a mi casa, o al menos encontró el camino para visitarme alguna que otra tarde entre un buen capuchino y un poco de chocolate y, aunque sé que es caprichosa, si sabe que la espero no suele faltar.
Entre Nubes y Cuentos es mi gran apuesta, un proyecto donde dar cabida a mis sueños, donde dejar volar la imaginación, donde todo es posible si decides creer en ello y perseguirlo hasta el final.
Os invito a acompañarme en esta aventura, a viajar a mi lado a través de mis historias y a conocer el mundo de aquí y de allí de la mano de las autoras e ilustradoras que dan color a mis cuentos.
ASÍ NACIERON MIS LIBROS
y así las conocí a ellas...
Simón llegó una tarde de invierno, de esas que hay en Galicia en las que la lluvia resbala por los cristales y estar con bata y zapatillas es como sentirse en el mismo paraíso, así me siento yo cuando estoy en mi casa. Lágrimas bajo la cama lleva muuucho de mis hijos, prometo desvelaros esas cosillas poco a poco. Navegando por la red encontré a Marta Mayo, que supo desde el primer momento plasmar en papel toda la personalidad de Simón. Recuerdo esos meses como un embarazo, Marta me enseñaba a diario "una ecografía" de mi pequeño, y juntas le dábamos forma para que entre texto e ilustración contaran exactamente qué sentía y cómo veía Simón al mundo.
Silvina Eduardo se llevó el primer Simón alemán y ahí empezó una bella amistad. Hablábamos a diario de inquietudes en común, de lo que nos había cambiado la maternidad y de nuevos proyectos. Un día me enseñó uno de sus collages y supe al instante que ella daría vida a alguna de mis historias. ¿Quién viene esta noche? lleva su alma y la mía. Codo con codo hemos trabajado para que Los Pérez cambien la historia. Juntas hemos buscado llaves que abren sueños hermosos, hemos pedidos deseos al soplar las velas y ¿sabéis una cosa? no puedo soltarla, me he vuelto adicta a sus collages y no hay día que no tenga un nuevo proyecto entre manos para ella.
Trabajar con Desiree Arancibia fue todo un reto, dos titanes juntas, pero nos hemos complementado a la perfección. Supimos en todo momento apoyarnos y fortalecernos la una a la otra. Lucy llegó para darle color a los días grises y, entre un postparto y una mesa llena de papeles, encontró su sitio. Desi es ilustradora, mamá, amiga, curranta nata donde las haya y, por supuesto, artista de los pies a la cabeza. El destino quiso unirnos y supimos encontrarnos...
Raquel Rodríguez
es la primera autora en subirse a mis nubes, la primera con la que comparto letras, y mi otra mitad al otro lado de España. Tan distintas y tan iguales, una de comas y otra de puntos, una de detalles y otra de silencios... pero siempre sabiendo sumar juntas. Hace tiempo que navegamos por el mismo océano y poder compartir barco esta vez, hace que la travesía sea más fascinante todavía. A su lado soplé mis velas de los 39 y, bajo la sombra de un verano en Galicia, escribimos juntas un texto lleno de buenos deseos. Bienvenida a mi nube, Raquelilla, dejemos que "la brisa haga el resto"...
Un día tuve un sueño es el texto más difícil que he escrito nunca, y no por su complejidad en la escritura, o porque sea siquiera un buen texto, sino porque lleva mi alma dentro, con todo lo que ello supone, con mis alegrías y también con mis penas. Desde la primera palabra tecleada en mi ordenador supe que tenía que ser Paco Ortega quien las transformara en imágenes. Tiene un don para mostrar
los sentimientos a través de las acuarelas… ¡qué difícil me parece! Y sin embargo lo hace siempre de una forma magistral. Con una paciencia infinita supo esperar lo que a mí me pareció una eternidad. Le prometí que desde el paritorio, en cuanto Mara estuviese en mis brazos le daría el OK para comenzar el proyecto, y os aseguro que desde allí le escribí: “Que comience nuestro sueño”.
Los dos hemos salido de nuestra zona de confort, pero hemos trabajado mucho y de forma muy minuciosa para que algo tan complicado como una vida se vea tan sencilla como una línea. Siempre lo he visualizado así, como un libro “boceto”, porque creo que eso es un embarazo, se va formando poco a poco, se va creando, y va creciendo como nosotros hemos hecho a lo largo de estos meses.
Si algo me aterroriza es la pérdida de memoria, porque entonces no solo dejas de vivir, sino que además pierdes la vida que has vivido, y eso le pasa a mi sirena. Una sirena que encontré en las frías aguas del Atlántico en una de las tareas de Atrapavientos, (si todavía no conocéis estos cursos ya estáis tardando). Se mezclaron historias, se conocieron personajes y bajo dieciocho constelaciones mis protagonistas se enamoraron. Encontrar a alguien que le diera vida no fue tarea fácil, tenía muy claro cómo quería las ilustraciones. Durante semanas buceé entre diferentes océanos y crucé el mundo subida a mis nubes agudizando la vista, fijándome en cada detalle, hasta que encontré a Rosemarie Cerdá, fue “amor a primera vista”, sus perfil de Instagram me dejó con la boca abierta y aquí sigo, mirando las ilustraciones de nuestro libro una y otra vez para deleitarme en toda su gama de colores. Estoy 100% segura de que repetiré travesía con ella, ¡trabajar juntas fue un auténtico placer!
Tenía muuuchas ganas de sacar un libro para los más peques, y con Mara, mi hija más pequeña, llegaron montones de ideas. MIL ANIMALES PUEDES SER es el primer libro de la colección para primerísimos lectores. Me acompaña en esta aventura Desirée Acevedo, su creación de personajes siempre me ha gustado y cuando me enseñó el boceto de nuestro bebé no he podido poner otros ojitos que no sean de “mamá enamorada”. Es verlo y sacarte una sonrisa, su carita da ganas de comerlo a besos. Nos hemos compenetrado tan bien que juntas veremos a nuestro bebé divirtiéndose entre diferentes títulos.
Mi equipo de trabajo...
Desirée Acevedo
Nací cuando los nísperos están maduros y casi se despiden de nosotros, por eso me encanta su color y su sabor. La primera luz que asomó a mis ojos en junio de 1984 fue la de Huelva, cerca del mar, por eso su música favorita son las olas acariciando la orilla. Y allí, donde mi memoria alcanza, no recuerdo un momento de mi vida donde no tuviera un lápiz en la mano.
Escribir o dibujar era (y es) lo que me apasionaba. Todo apuntaba a que haría alguna carrera artística, pero finalmente me diplomé en magisterio con especialidad en Primaria. Es por eso que los álbumes ilustrados aúnan mis tres pasiones: escribir historias, ilustrarlas y, debido a que cada libro nos aporta algo, la enseñanza que da la lectura.
Mi pasión por las letras y el color me ha llevado a publicar casi treinta obras, acompañada de otros profesionales y también en solitario. ‘Awi y el mar’, ‘Eres como…’, "Mamá teje", "Semillas", "La magia de la Navidad", "Carocho", "El color de tu piel", "Niña Colibrí", "A mi lado mil animales puedes ser", etc
@Desiree_acevedo_
Rosemarie Cerdá
Nací en Chile, entre las frías aguas del Pacífico y la inmensidad de los Andes. Una vez me Licencié en Bellas Artes decidí cruzar el mar y aventurarme en España. Entre Doctorado, trabajos en Publicidad y muchos viajes, puedo decir con orgullo que soy ilustradora y soy feliz plasmando en cada trazo, en cada pincelada y en cada concepto lo mejor que puedo dar.
@RosemarieCerdá
Paco Ortega
Mi nombre es Paco Ortega y, por lo que me cuentan, escribo y dibujo desde muy muy pequeño. Creo que mis primeras ilustraciones las hice sobre una pequeña manta que mi mamá utilizaba para taparme cuando era bebé, y mis primeras historias, sobre la mesa del comedor, aunque de todo esto solo hay rumores...
Lo que sí es cierto es que, desde que tengo uso de razón, mi vida han sido historias, letras, dibujos, libros, poemas, historias y más dibujos. Me licencié en Bellas Artes, y he estado trabajando los últimos 15 años como diseñador gráfico. Durante ese tiempo me enamoré, hice más dibujos, escribí más poemas, llegó la pequeña Julia, creé historias, más dibujos, compré algunas decenas de libros infantiles, me enamoré aún más y hubo más poemas, muchos más poemas; llegó el pequeño Pablo, más dibujos, mi primer álbum infantil (El niño y el cofre), mi segundo (De qué color es tu recuerdo), aún más dibujos, algunas pocas historias, mi primera colaboración como ilustrador (A mi lado), y, finalmente, la certeza de haber encontrado entre letras y trazos mi lugar favorito del mundo, donde estoy ahora mismo y donde me gustaría vivir para siempre.
@PacoOrtega
Raquel Rodríguez García
Soy Raquel y soy mamá de tres niñas maravillosas, Nora, Vega y la pequeña Lúa.
Con la llegada de mi hija mayor me subí a una nube dulce y de colores para descubrir "Donde duermen los sueños". A partir de ahí mi vida se llenó de historias que, "Desde el sillón", les leo cada noche y cada día y a las que ellas responden con un "Cuéntame otro, por favor" entusiasmadas y, al oírlas, feliz "Revolotean mariposas" en mí.
Hace unos años y, "Por primera vez", sentí que esto de escribir era lo mío o, al menos, era lo que quería.
Cuando tropecé y caí, me levanté rápida para decir fuerte y alto "Volveré", porque rendirme no estaba en mis planes, porque cuando dudé "La brisa hizo el resto" para encontrar la inspiración en un simple "Calcetín". Dejé fluir mis palabras, hilando e hilando letras "Y entonces... brillaron" todas, y se encendieron para poder soplar mi vela y decir que "Mi deseo es..." bueno, creo que ya todos lo sabéis.
@RaquelRodriguezGarcia
Desiree Arancibia
Nací en una franja y angosta faja de tierra. Emigré al país de las “zetas” donde vivo de lo que más me gusta: crear, dibujar, diseñar, jugar, ayudar a otros autores.
Nadie dijo que fuera fácil, tal vez por eso tardé tanto en dar el paso y dedicarme al mundo de los cuentos. Y ahora, después de muchos aprendizajes aquí estoy, escribiendo una biografía que me hace reflexionar lo feliz que soy “haciendo lo que hago”.
Miro hacia atrás y veo varias obras publicadas como El Abrigo de Jana, La colección Tintineo, El recetario Mágico, 8 patas, Los colores olvidados, entre otros ¡vaya! Sí que he recorrido un bonito camino y todavía tengo la sensación de estar empezando.
@DesiderataIlustrata
Silvina Eduardo
Me recuerdo de pequeña (y no tan pequeña) dibujando, haciendo garabatos en cuanto papel se me cruzase en el camino. Sin embargo, cuando terminé el instituto opté por otra de mis pasiones, la ciencia. Estudié licenciatura en ciencias químicas, dejando todo lo relacionado con la ilustración dormido en algún rincón. Luego de varios cambios en mi vida conocí a Ana Meilán. Junto a ella y la maravillosa familia Pérez, este sueño de ilustrar y crear se volvió finalmente una realidad.
Yo soy la argentina, que vive en Alemania y que viaja con el sombrero rojo.
@SEduadoIlustracion
Marta Mayo
Nací en Valladolid y soy ilustradora. Estudié Bellas Artes y posteriormente Ilustración en la Escuela de Arte nº.10 de Madrid. Dibujo desde que tengo uso de razón, y es lo que más me gusta hacer. Trabajo en mi pequeño estudio en Madrid, donde hago magia con los lápices. Mis encargos son principalmente para el público infantil que es donde realmente me siento cómoda.
@MartaMAyoMartin
www.estoesloquehago.com
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